Si la dieta es una lucha constante, entonces el supermercado es probablemente el campo de batalla más importante. De hecho, un supermercado es una zona de guerra dietética. Uno puede encontrar opciones poco saludables en cada esquina. La responsabilidad del comprador es navegar con su carrito de compras por un camino que está cargado de bombas de tiempo y minas explosivas (para la salud, claro está). Usted solamente llegará a la victoria si sale de la tienda con alimentos saludables en el carrito, evadiendo las trampas deliciosas (pero dañinas). Ya que el supermercado es un campo de batalla, podemos hacer nuestro viaje de compras en dos fases: la preparación y luego la batalla en sí.
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La Preparación
Esté físicamente preparado para la batalla. Un soldado pasa por un entrenamiento básico intenso antes de movilizarse. El entrenamiento físico es la primera fase en la carrera de un soldado.
Primera Regla de la Preparación – No vaya a la tienda con hambre!
Se ha demostrado que si tiene hambre mientras compra, esto hará que se antoje de opciones poco saludables. Ir al supermercado con el estómago vacío es como tratar de entrar en combate con un brazo roto. En ambos casos usted tiene mucha desventaja.
Estar preparado mentalmente antes de enfrentar la batalla. Un buen soldado, sin importar su nivel de experiencia, nunca se dirigiría a una batalla sin conocer al enemigo. La inteligencia se obtiene antes de la batalla. Antes de una invasión, ocurre una intensa planificación técnica.
Segunda Regla de Preparación – Diseñar una lista de compras en torno a un menú saludable antes de ir de compras.
Su lista de compras le ayudará a no salirse de rumbo ni de presupuesto.
El Campo de Batalla
Asegure el perímetro del campo de batalla primero. Los pasillos afuera del supermercado son generalmente los lugares más seguros para comenzar a hacer sus compras. En términos generales, contienen las opciones de alimentos más saludables. Piense en el perímetro exterior de un supermercado cualquiera. Normalmente hay frutas, verduras, carnes frescas, mariscos y productos lácteos. Durante su próximo viaje de compras, alístese e inspeccione los pasillos externos de la tienda primero.
Evite el centro del supermercado. Es el corazón del campo de batalla.
Los pasillos de exhibición centrales son los lugares más peligrosos de un supermercado. Sólo soldados veteranos con buen armamento se pondrían ahí mismo en el medio del tiroteo. La zona de pasillo central contiene los alimentos que son procesados y no frescos. Los alimentos procesados son normalmente altos en grasa, carbohidratos, sodio (sal) y conservantes. Si tiene que entrar a los pasillos del centro, no pase ni un minuto más de lo que debe. Retroceda al perímetro rápidamente. Sólo los compradores con experiencia pueden incursionar en las filas peligrosas del centro y salir sin el peso de los alimentos poco saludables.
Recorrido de Compras de un Soldado
Compra dentro de la seguridad del perímetro. Nuestra primera parada es el pasillo de productos saludables como las frutas y las verduras. Recuerde que las frutas y las verduras deben ser aproximadamente el 50% de lo que usted come. Piense en un arco iris al momento de escoger productos agrícolas para asegurarse que está llevándose una variedad de vitaminas y minerales. Usted puede lograr esto poniendo todos los colores que quepan en el carro. Comprar productos frescos que estén en temporada es una gran manera de ahorrar dinero. Si no compra verduras frescas, congeladas es otra opción asequible y conveniente que visitaremos al salir de la tienda. Además, no olvide que las frutas y las verduras hacen tremendas meriendas. Las verduras son bajas en calorías y altas en fibra, le ayudan a sentirse satisfecho entre comidas. Antes de salir del pasillo de productos agrícolas, puede que quiera verificar los aderezos de ensalada a base de yogur que están en el área refrigerada (usualmente al lado de la lechuga). Los aliños o aderezos basados en yogur tienen un contenido mucho más bajo en grasa y saben deliciosos!
Al dejar atrás las frutas y vegetales, nuestra próxima misión es añadir proteína al carrito.
Las proteínas se encuentran en el resto de nuestro viaje. En términos generales, las proteínas blancas son más saludables. Algunos ejemplos de proteínas blancas saludables incluyen: el pollo, el pavo, los cortes de carne de cerdo ligeros (como el lomo), los peces (de todos los colores), el tofu, los huevos y las claras de huevo, los frijoles y las opciones lácteas bajas en grasa. Una de estas proteínas de bajo contenido en grasa debe estar presente en todas las comidas, así que planifique adecuadamente. Descubra estos elementos y añádalos a su carrito a medida que continúa su misión. Al entrar en la sección refrigerada de carnes y mariscos de la tienda, escoja algunas de las proteínas más saludables mencionadas anteriormente. Si está escogiendo entre carnes rojas, elija la carne molida más de 93% magra y los cortes redondos que sean del lomo o solomillo. Si para en el mostrador de delicatessen para embutidos, escoja pavo, pechuga de pollo y jamón. Opte por las versiones bajas en sodio que ofrecen ahora la mayoría de las compañías.
Oh no, los temerosos pasillos del centro.
¡Cuidado! No olvide que queremos pasar la menor cantidad de tiempo posible en estas filas.
Cuando seleccione conservas de atún, salmón o sardinas, siempre asegúrese de que esté empacado en agua, no aceite. Éstos van muy bien en una ensalada. Otros alimentos saludables, como los frutos secos sin sal y semillas, se encuentran cerca. Almendras, nueces, semillas de calabaza y girasol son excelente merienda alta en fibra y grasas saludables. Al comer nueces, no olvide que un puñado es un tamaño de porción saludable. Si compra mantequilla de maní o almendra busque una sin adición de azúcar o aceites. En en próximo pasillo, tal vez, puede encontrar los granos. Son una fuente de proteína saludable tanto para carnívoros como para vegetarianos. Los frijoles están cargados de fibra y no son caros a menos de un dólar la lata. Si usted compra frijoles secos, remójelos durante la noche y cocínelos al día siguiente. Los frijoles secos son muy económicos: cuestan menos de veinticinco centavos por porción. Por el pasillo de la sopa, ahora hay muchas compañías que ofrecen versiones bajas en sodio, ligeras o bajos en grasa. Lea las etiquetas cuidadosamente y busque sopas vegetales como lentejas que pueden ser una comida rápida y fácil cuando usted está ocupado. Evite sopas «con crema» o «cremosas» en el nombre, ya que serán más altas en calorías.
Ahora, retírese a la seguridad del perímetro del supermercado.
La próxima parada será el área de los lácteos, donde los clientes pueden encontrar huevos y claras de huevo, ambos ricos en proteína.
Para cumplir con sus necesidades de calcio, debe consumir tres porciones de productos lácteos sin grasa o bajos en grasa, todos los días. Los productos lácteos también proporciona proteína. El yogur griego es especialmente rico en proteína. Al elegir cualquier tipo de yogur, seleccione uno natural bajo en grasa o sin grasa. Puede agregarle su propia fruta, así elimina el azúcar añadido de las variedades con sabor. Las versiones “light” de los yogures usan endulzante artificial, lo cual le ayudará a reducir la cantidad de calorías. Incluso si usted es intolerante a la lactosa, lo más probable es que aún pueda tolerar el yogur o kéfir porque la lactosa ya está descompuesta. Si usted no tolera la leche, la leche sin lactosa es una buena opción. La leche de soja es una alternativa sin lactosa genial que también contiene proteína. Si elige leche de almendras, asegúrese de comprarla “plain“ en lugar de la variedad con sabor a vainilla. Cuando seleccione quesos, escoja versiones reducidas en grasa. El queso puede disfrutarse como aperitivo y también cuenta para los requisitos de calcio. Para su semana de trabajo ocupada, los palitos de queso envueltos previamente son una manera conveniente de merendar.
Terminamos nuestro recorrido pasando por el pasillo de congelados. Para aquellos con un presupuesto ajustado, o si un vegetal preferido no está en temporada, están las versiones congeladas. Las verduras congeladas son una opción mejor que las de lata, porque el proceso de enlatados les añade un poco de sodio. Consumir demasiado sodio puede elevar la presión arterial y causar aumento de peso.
Un comprador inteligente que lee las etiquetas puede reconocer que algunos productos congelados contienen altas cantidades de sodio en comparación con los productos frescos. Esto es debido a la manera se ponen en salmuera al congelarlas. Pero, en general, es más preferible la opción congelada que la enlatada.
¡Victoria!
Al dirigirte hacia la fila de pagar, su carrito debe estar lleno de frutas, vegetales y proteínas saludables. Siéntase orgulloso y reconozca que comer estos alimentos ayudará con la pérdida de peso, además de darle beneficios de salud innumerables. ¡ Y dése una palmadita en la espalda por ganar la batalla!
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