Llamamos palpitaciones a la sensación de que nuestro corazón está acelerado, apresurado, agitado, latiendo fuertemente o saltando dentro de nuestro pecho. Esta queja usualmente se da cuando una persona está descansando, acostada o cuando no está haciendo nada que la provoque. Algunas personas también reportan palpitaciones después de hacer una cantidad mínima de ejercicio. Algo interesante acerca de las palpitaciones es que quienes se quejan de ellas lo hacen porque de repente están conscientes de su actividad cardíaca. La sensación del mismo corazón latiendo puede causar malestar y ansiedad. Para algunos pacientes, puede ser muy debilitante y puede tener un impacto fuerte en la calidad de vida. Generalmente, los pacientes piensan que las palpitaciones son malignas porque la mayoría de nosotros no puede sentir el latido de nuestro corazón.
Las palpitaciones pueden parecer rápidas o fuera de sincronía, con un latido regular o irregular. Pueden estar acompañadas por dificultad para respirar, o pueden no estar acompañadas por síntomas. Las palpitaciones son un problema médico muy común.
En términos generales, las palpitaciones no indican un problema médico serio ya que la mayoría de las veces lo que siente la persona es actividad normal de su corazón. Lo que mucha gente no sabe es que la actividad normal del corazón no es perfecta. A menudo implica períodos de latidos cardíacos lentos o rápidos, latidos extras ocasionales; hay irregularidad en la forma que el corazón está latiendo debido a los patrones primarios de respiración. La preocupación es que lo que representan es una arritmia, pero esto no suele ser el caso. Las palpitaciones deben ser evaluadas por un médico profesional, comenzando con una entrevista cuidadosa que incluye detalles acerca de sus síntomas y su historial médico completo. Dependiendo de su historial, la evaluación puede ampliarse para incluir un electrocardiograma (ECG), laboratorios para examinar su función tiroidea, un ecocardiograma o un monitor cardiaco.
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